Por mercedes Pullman
Rabat es una población que se encuentra justo a las afueras de Mdina, la antigua capital de Malta. Es un lugar histórico muy importante de Malta. Callejeando pos su casco antiguo se puede visitar la Gruta de San Pablo, asi como la iglesia levantada en el mismo lugar, y las catacumbas, que comparten el mismo nombre. En la zona también se pueden encontrar las catacumbas de Santa Ágata.
La Gruta de San Pablo , es quizás, el principal atractivo turístico. Rabat se enorgullece de conservar esta cueva, donde se refugió el santo y creo una de las primeras comunidades cristianas de la historia. Una de las leyendas de la Biblia cuenta que tras sufrir el naufragio, San Pablo junto a sus misioneros, tuvieron que llegar nadando hasta la costa y refugiarse en la caverna donde se asentaron durante tres meses. Allí, San Pablo, no sólo sobrevivió a la mordedura de una serpiente, sino que se encargó de sanar a la gente del lugar.
La gruta está llena de pasillos largos, cuyos laterales están repletos por las alcobas, sin ventanas, donde todavía se conservan los suelos de cerámica, nichos para los santos y altares. Y mientras paseas por esta gruta piensas, ¿cómo vivía le gente en este lugar?, ¿qué hacían, que comían, como era su día a día en esa silenciosa gruta? Al salir de allí no pude parar de pensar en lo que acababa de contemplar.
La iglesia de San Pablo está construida encima de la gruta del mismo nombre y data del siglo XVII.
Es una iglesia bellísima, decorada con telones de color rojo. Pero lo que más impresiona es la estatua de San Pablo que fue donada por el Gran Maestre Pinto en el año de 1748, así como la galera de plata que cuelga del techo, donada por los Caballeros de San Juan en el año de 1960, para la celebración del 1.900 aniversario desde el asentamiento de San Pablo en la zona.
Independientemente de tus creencias o tu fe, es imposible salir de esta gruta indiferente, fue una experiencia que me marcó para siempre…