En la ladera Norte del Monte Sollube, el paisaje ha mantenido oculto de los ojos y la memoria de los hombres una antigua necrópolis romana que hoy llamamos Tribisburu.
Por aquella época, finales del siglo I y III de nuestra era, los difuntos de las colonias romanas que se establecieron cerca de Bermeo eran cremados en este sitio. Recorriendo los estrechos pasillos no es muy difícil de imaginar la densa trama de mausoleos que existió y de los que solo quedan los restos de piedras de sus bases en forma de plantas cuadradas.
El pueblo romano con una tradición muy supersticiosa en cuanto a ciertos aspectos de la muerte, ofrecían la liberación a las ánimas de los difuntos a través del fuego purificador de las piras crematorias. Durante más de dos siglos ardieron las llamas de las ustrinas en esta necrópolis de cremación. Las cenizas de los muertos eran depositadas dentro de los múltiples mausoleos habilitados para tal fin.
Lo que hoy vemos al descubierto gracias a la excavación llevada a cabo en este yacimiento de Tribisburu, se estima que sea solo el 30% aproximadamente de la necrópolis. Esperemos que en el futuro se realicen trabajos que aporten más valor al conjunto, el cual es de momento la única necrópolis romana en Vizcaya.
En el siguiente video os dejamos unas imágenes aéreas del lugar.