Existen las manos de suerte que por lo visto traen poca suerte. Hoy os quiero hablar de la Mano Sabazia que se puede ver en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática «ARQVA» de Cartagena. Cabe destacar que he intentado tres veces de visitar este museo para ver esa mano tan extraña y enigmática, pero no pude porque el museo estaba cerrado por inundación.
En mayo de 2024, emprendí un viaje a Cartagena, ansiosa por ver una pieza arqueológica que había capturado mi imaginación: la enigmática Mano Sabazia. Llamé a mi amigo arqueólogo, Santiago García Lorca, para preguntar si el museo estaba abierto y si podríamos visitarlo juntos. Para mi sorpresa y alegría, el museo estaba disponible para visitas, y Santiago se ofreció a ser mi guía en este recorrido por la historia marítima de Región de Murcia.
Entrar al museo fue como retroceder en el tiempo, lleno de relatos antiguos y secretos del mar. Santiago, con su vasto conocimiento, me llevó en un viaje a través de siglos de historia. Cuando finalmente me paré frente a la vitrina que albergaba la Mano Sabazia, me quedé sin palabras. La pieza tiene una presencia magnética, algo que te atrae profundamente y te envuelve en una sensación especial. No quería apartarme de ella.
Esta mano fue encontrada durante las excavaciones en Escombreras, en uno de los navíos hundidos. Es una mano derecha de bronce, ligeramente menor que el tamaño natural. La pieza comienza justo debajo de la muñeca, la cual es hueca y termina en un ligero engrosamiento redondeado. Este extremo presenta una base ovalada que permite mantener la pieza en posición vertical.
La escultura presenta: los dedos índice, anular y medio extendidos, mientras que los dedos pulgar y meñique están plegados sobre la palma. En el extremo del dedo índice se aprecia una pieza embutida, posiblemente el soporte de otra escultura perdida. Además, el dedo pulgar muestra una protuberancia esférica de unos 7 mm de diámetro, identificada como una piña.
En la base del dedo índice, se encuentra un personaje barbado en alto relieve, vestido con una túnica corta ceñida a la cintura, que llega hasta por encima de las rodillas, y un gorro frigio. El personaje, cuya escultura falta de ambos brazos desde la mitad del antebrazo, está sentado sobre una cabeza de carnero también en alto relieve. Tanto el personaje como la cabeza de carnero están unidos a la mano mediante soldadura.
La Mano de Sabazia presenta una superficie cubierta de diversos motivos en relieve. Algunos de estos motivos son claramente identificables a simple vista, mientras que otros requieren un análisis más detallado para su identificación precisa. Sin embargo, algunos relieves son extremadamente dudosos o no identificables debido al desgaste. La corrosión ha afectado significativamente a toda la superficie de la mano, eliminando muchos detalles de los relieves.
Es evidente que este objeto relacionado con el culto a Sabazios, una divinidad de origen oriental que tuvo presencia en el mundo romano durante la época imperial, aunque su culto fue siempre minoritario en comparación con otras deidades orientales. Los testimonios escritos y físicos sobre Sabazios son relativamente escasos, lo que hace que muchos detalles de su naturaleza específica sean aún desconocidos. Este descubrimiento proporciona una rara y valiosa evidencia física de la veneración al dios Sabazios, añadiendo una pieza más al complejo rompecabezas de las prácticas religiosas en la antigua Roma.
El culto a Sabazios tiene sus orígenes en la región de Tracia o Frigia. Las inscripciones apuntan a esta última área, aunque su influencia se extendió ampliamente por Anatolia y los Balcanes. En la Grecia del siglo V a.C., Aristófanes ya menciona a Sabazios, y en el siglo IV a.C., Demóstenes describe sus ruidosas procesiones. Durante estas ceremonias, los fieles marchaban profiriendo fórmulas rituales y agitando serpientes sobre sus cabezas. Además, las celebraciones nocturnas involucraban actos de purificación catártica y una comunión mística con el dios.
La religión de Sabazios se caracteriza por ser prácticamente un monoteísmo con un fuerte componente místico. En el panteón grecolatino, Sabazios se identifica principalmente con Zeus-Júpiter. Este dios no solo abarcaba el plano celeste, sino también el ciclo estacional, entendido como un ciclo continuo de muerte y regeneración. Por esta razón, las representaciones de Sabazios suelen incluir a otros dioses como Helios, Selene y Dionisio. Además, su culto se relaciona con otras divinidades orientales mistéricas, como Cibeles, Atis y Mitra. Estas asociaciones subrayan la complejidad y la riqueza simbólica del culto a Sabazios, integrando aspectos de diversas tradiciones religiosas y místicas.
En la mano sabazia aparecen muchas detalles de difícil interpretación que intentaron desentrañar, en mi opinión, fabulosamente, Daniel Alonso Campoy y Juan Pinedo Reyes en su artículo Un nuevo documento de culto oriental en Carthago Nova. La mano sabazia de la isla de Escombreras, publicado en la Revista del Museo Arqueológico Municipal de Cartagena. Si os he despertado el interés, podéis descargar el artículo en Dialnet: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6076284
En la parte superior de esta figura se ve al dios Sabazios que aparece como un hombre barbudo, sin embargo, la pérdida de ambas manos dificulta la identificación de los atributos que portaba originalmente. Tal vez, la presencia de una cabeza de carnero, un cuchillo y un objeto brillante pueden indicar un contexto de sacrificio ritual, común en las ceremonias sabazias.
Las ceremonias de sacrificio no solo involucraban el acto ritual en sí, sino también el consumo comunitario de vino, como sugieren hallazgos previos en Pompeya y la presencia de cráteras y ánforas en la iconografía asociada a Sabazios. En esta representación, una jarra sobre una mesa y un ánfora refuerzan esta interpretación.
En la base de la mano podemos ver una figura femenina alimentando o cuidando a un niño, situada dentro de una cueva. Esta escena maternal puede aludir al carácter fecundante de Sabazios o representar un episodio específico de su mitología, aunque aún no se dispone de suficiente información para confirmarlo.
La serpiente es uno de los temas recurrentes en la iconografía de Sabazios. Este atributo, también común a otros dioses, tiene un profundo contenido simbólico, posiblemente relacionado con los períodos de hibernación subterránea del reptil. Además, la serpiente está asociada a diversos cultos mistéricos. Según la tradición literaria, los seguidores de Sabazios practicaban ritos de iniciación en los que se hacía pasar una serpiente bajo las ropas del iniciado, simbolizando la encarnación del dios. Este rito explicaría la frecuente representación de la serpiente crestada, coronada o barbada, como se observa en la iconografía sabazia.
Otro elemento destacado es la piña, un símbolo de regeneración muy común en contextos funerarios romanos. La piña está presente en la mayoría de las representaciones de manos de Sabazios, subrayando el poder regenerador del dios. Este símbolo resalta la conexión de Sabazios con el ciclo de vida, muerte y renacimiento, reflejando la naturaleza mística y revitalizadora de su culto.
Mientras observaba la mano, reflexioné sobre su posible historia. ¿Podría haber sido un amuleto para un viaje largo a través del mar? Imaginé al propietario, quizá un marinero esperanzado, buscando protección en su travesía. Sin embargo, ni la mano ni el barco que la llevaba pudieron evitar su destino trágico.
Un dato curioso que me fascina es que desde que esta mano llegó al Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA), el museo ha tenido que cerrar sus puertas repetidamente debido a averías provocadas por el agua. Es intrigante pensar que esto pueda estar relacionado con la ubicación del museo, situado por debajo del nivel del mar. Al pasear por sus salas, uno puede levantar la mirada y ver el techo sosteniendo la enorme cantidad de agua marina, consciente de la posibilidad de inundaciones.
Pero mi lado romántico prefiero creer que la Mano Sabazia está reclamando la adoración que se merece. Quizá, de alguna manera mística, esta pieza intenta recordarnos su pasado glorioso y la importancia de venerar y preservar nuestra rica herencia histórica. Este encuentro con la Mano Sabazia me dejó una impresión imborrable, una mezcla de admiración y respeto por aquellos objetos que, a pesar de los siglos, todavía tienen el poder de contar sus historias.
Muy interesante Mercedes, nunca había oído hablar de esa mano ni de ese dios