Este otoño hemos celebrado algo más que un conjunto de actividades: hemos vivido una auténtica explosión de tradiciones populares, un estallido de raíces, memoria y emoción colectiva bajo el sello de “Raíces y Legado”, el gran proyecto de la Sociedad Española de Antropología y Tradiciones Populares (SEATP).

El ciclo ha reunido, una vez más, a amantes de la cultura tradicional, investigadores, fotógrafos y curiosos que entienden que el pasado no es un museo, sino una fuerza que sigue latiendo en cada gesto, en cada fiesta y en cada objeto que heredamos.

Dentro de este programa, hemos disfrutado del Concurso de Fotografía “Raíces y Legado”, una iniciativa que ha capturado la belleza y el poder simbólico de nuestras tradiciones vivas. Decenas de participantes de toda España enviaron imágenes que reflejan la diversidad y el alma de lo popular: danzas, ritos, costumbres, paisajes humanos que resisten el olvido. Las veinte mejores fotografías fueron seleccionadas y expuestas, convirtiéndose en un homenaje visual a nuestra identidad colectiva.

El ciclo culminó con las II Jornadas Antropológicas “Raíces y Legado: Objetos de Poder”, celebradas el 4 de octubre en el Centro Asturiano de Madrid. Unas jornadas intensas, llenas de conocimiento, reflexión y asombro, donde destacados investigadores y divulgadores como Jesús Callejo, Cristina López, Álvaro Martín, Juan Antonio Sanz, Álvaro Anula y Jesús Ortega, compartieron sus visiones sobre los objetos sagrados, las reliquias y los símbolos que han acompañado al ser humano desde tiempos remotos.

Fue un encuentro entre lo visible y lo invisible, entre la ciencia y el mito, entre quienes aún creen que entender el pasado es la mejor manera de no perder el alma.

Pero más allá del éxito de cada acto, lo verdaderamente importante es el mensaje que deja este otoño: debemos seguir luchando para salvar nuestro patrimonio cultural, ese tesoro frágil que se transmite de generación en generación. Cada uno puede y debe aportar su pequeño grano de arena día a día, apoyando, difundiendo y participando en las iniciativas que mantienen viva la memoria de nuestros pueblos.

Porque la tradición no se conserva sola. Se defiende, se comparte y se celebra.
Y mientras haya manos dispuestas a sostenerla, nunca dejará de florecer. Este otoño no solo celebramos la tradición. La hicimos viva, presente y poderosa.

2 thoughts on “Un otoño inolvidable

  1. Ha sido un finde muy completito y enriquecedor. Muchísimas gracias a todos, tanto ponentes, público, como a la organización porque entre todos conseguimos alimentar el alma de paz y bienestar interior que tanta falta nos hace en la actualidad ♥️

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