10 octubre, 2024

Annika Larsson, una exploradora de arqueología textil de la Universidad de Upsala (Suecia) estudió artículos textiles para recrear los objetos de los antiguos vikingos que deberían exponerse en el Museo de Enkoping. Mientras la investigadora trabajaba con los trajes funerarios utilizados por vikingos en los siglos IX-X, encontró, en un traje de seda, pequeños detalles bordados en plata.
Para revelar el secreto del bordado no hacía falta nada más que un espejo. El bordado representaba unos símbolos de caligrafía cúfica que componían nombres como Alá y Alí, el cuarto califa islámico.
“A lo mejor era un intento de escribir rezos con letras árabes, pero de izquierda a derecha”, explicó Larsson.
Anteriormente se descubrieron objetos que vinculaban a los vikingos con la religión musulmana, pero se debía a las actividades comerciales de los vikingos que solían viajar mucho intercambiando objetos de plata por pieles o miel.
En 2015 encontraron un anillo con una inscripción “Para Alá”, pero eso también fue atribuido a los intercambios comerciales.
No obstante, los objetos investigados por Larsson seguramente pertenecían a la ropa típica de los vikingos. Además, las mismas inscripciones cúficas fueron descubiertas en mausoleos y monumentos funerarios en Asia central de la época de vikingos.
La investigadora no descarta que las tumbas, en las que encontraron estos atuendos, fueran musulmanas y que las costumbres funerarias de los vikingos estuvieran influenciadas por la religión islámica.
Mientras los colegas del ámbito académico de Larsson admiraban sus descubrimientos, sus estudios también provocaron la ira de la extrema derecha de Escandinavia, según comunica Finnish broadcaster Yle. Los representantes del grupo se indignaron tras descubrir que su cultura podría ser menos ‘pura’ de lo que ellos imaginaban.

Fuente: http://www.uu.se/en/research/news/article/?id=9390

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